
Con el Viernes de Dolores llegó el final de la Cuaresma, en una jornada marcada por el gran ambiente de devoción que se respira en el pueblo, siendo considerado este día por muchas familias como un día festivo. De esta forma, son cuatro las Sagradas Imágenes que se ponen en besamanos: el Santísimo Cristo de la Buena Muerte, Nuestra Señora de la Piedad (estos dos desde el Jueves de Pasión), Nuestro Padre Jesús Nazareno y Nuestra Señora de los Dolores.
Buena Muerte y Piedad
En la calle Albaicín, junto al Rincón del Pilar, los titulares de la Hermandad de la Piedad se mostraban en besamanos ante un dosel rojo que tapaba las paredes de la Casa de Hermandad de esta corporación, tras el traslado que se celebró en la noche del martes 4 de abril. El altar efímero se caracteriza por la sobriedad y exquisitez con el que la corporación prepara cada acto.
Jesús Nazareno
Como viene siendo habitual, en la jornada del Viernes de Dolores, día en que el Señor se sube al paso, la Hermandad de Jesús Nazareno puso a su Sagrado Titular en devoto besapiés en el interior de su Capilla dentro de la Iglesia Conventual del Corpus Christi, en la que solo se encontraba el Señor, ya que la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso se encontraba desde el sábado anterior ya puesta en el paso.
Dolores
Si el día en sí es grande, qué decir en el seno de la Hermandad Sacramental de los Dolores. Una jornada que comenzó con el Rezo del Ángelus a la medianoche, y que de nuevo volvió a abrir el templo para el Rezo del Ángelus al mediodía, donde el repique de las campanas del templo parroquial no faltaron, permaneciendo Nuestra Señora de los Dolores en besamanos prácticamente durante todo el día. Todos estos cultos tuvieron una gran afluencia, pero cabe destacar la cantidad de ramos de flores que devotos llevaron a las plantas de la Virgen de los Dolores.