
A tan solo una semana del Miércoles de Ceniza, la Hermandad de la Sagrada Entrada se dispuso a celebrar los Solemnes Cultos en honor de sus Sagrados Titulares, Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Paz. De esta forma, durante los días 8, 9 y 10 de febrero, en la Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor se vivió el Solemne Triduo de esta Hermandad, concluyendo el domingo 11 de febrero con la Solemne Función Principal de Instituto.
Para la ocasión, la priostía de esta Hermandad montó un altar efímero con el mismo aparato del año pasado, cambiando un poco su disposición y enriqueciéndolo. Este altar, de sencillas líneas, lucía un frontal marmoleado con marcos dorados, siendo la parte central más elevada que las laterales. Las partes laterales, a diferencia del año pasado, se disponían pegadas a la parte central, mientras que el pasado año se encontraban separadas y giradas un poco.
En la parte central de este altar, cobijado por un dosel de damasco rojo propiedad de esta Hermandad, se encontraba el Señor de la Salud, ubicado sobre la peana de salida de la Virgen de la Paz. El Señor se encontraba flanqueado por puntos de luz con candelabros de plata y jarras de plata colocadas sobre pedestales marmoleados en los que se encontraban ramos de claveles de color rosa, característicos en el exorno floral de esta cofradía, y algo de verde. Estas piezas de orfebrería, como el resto de candelabros del altar, son del paso de palio que esta Hermandad saca a la calle cada Domingo de Ramos.
A un lado del Señor se encontraba María Santísima de la Paz, flanqueada por tres puntos de luz a cada lado colocados de forma simétrica, mientras que al otro lado se encontraba el Apóstol Santiago, Sagrado Titular de la Hermandad, iluminado de igual forma que la Santísima Virgen. A las plantas de estas Sagradas Imágenes se encontraban ramos de claveles de color rosa. Tanto la Virgen de la Paz como el Señor de la Salud se encontraban ataviados de igual forma que en el besamanos y besapiés que tuvo lugar el domingo 4 de febrero.
El altar era rematado en la parte central por un manifestador en el que se expondría a Su Divina Majestad durante los días de Triduo, teniendo a ambos lados unos antiguos candelabros de cinco brazos y piezas de platería.
De esta forma, la corporación del Domingo de Ramos celebraba este Solemne Triduo y la Solemne Función Principal de Instituto, en lo que serían los días previos al Miércoles de Ceniza en el templo parroquial.



