
La Hermandad de la Redención y la Esperanza vivía el último día de un fin de semana que siempre recordarán a mediados de octubre. El domingo 13 de octubre, tras la celebración de la Santa Misa Pontifical de Acción de Gracias por el XXV Aniversario de María Santísima de la Esperanza, la Sagrada Imagen era llevada de vuelta a su Capilla María Santísima de la Esperanza, en lo que fue una procesión triunfal, de júbilo y de alegría.
A eso de las 17:00 horas comenzaba a salir desde la Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor el cortejo que acompañaba a la Santísima Virgen, para recorrer las calles de la localidad hasta llegar hasta la Capilla María Santísima de la Esperanza, sede canónica de la corporación del Martes Santo. El itinerario que se siguió fue Manuel Roldán «El Campanero», Amargura, Albaicín, Conde de Castellar, Plaza Sacristán Guerrero, Convento, Plaza del Ayuntamiento, Real, Colón, Rosario, Maestro Seri, Corredera, Jiménez Muñoz, Alcalde Gil López, Autonomía, Plácido Fernández Viagas, María Santísima de la Esperanza (antigua Calle Nájera) y Avenida Blas Infante. A lo largo de este itinerario se vivieron momentos de gran emoción, como la entrada de la Sagrada Imagen en la Iglesia Conventual del Corpus Christi y en la Capilla del Rosario.
El acompañamiento musical corrió a cargo de la Banda de Música Santa María del Alcor, que interpretó un repertorio compuesto de marchas alegres y clásicas. Respecto a las andas, la Virgen de la Esperanza iba ataviada de igual forma que en la jornada del 12 de octubre, teniendo las andas exornadas con un friso de rosas de color rosa.
Ya en su barrio, la Virgen de la Esperanza dejó grandes estampas, haciendo en varias ocasiones vueltas completas para las revirás. El culmen de este transitar fue al inaugurar la nueva rotulación de la antigua Calle Nájera, que pasó a ser nombrada como Calle María Santísima de la Esperanza desde dicho día, en un lugar donde además la Virgen recibió una petalada por parte de los vecinos.
Con la entrada de las andas de la Santísima Virgen en su sede canónica sobre las 19:30 horas, la corporación del Martes Santo ponía el punto y final a un fin de semana que quedará para siempre grabado en sus retinas, de devoción y fervor a María Santísima de la Esperanza. Sin embargo, los cultos extraordinarios en honor a la Santísima Virgen no habían finalizado, pues quedaba aun el besamanos extraordinario por este XXV Aniversario.




