
El mes de diciembre, tras pasar su ecuador, iba llegando a su ocaso. Con él, la Hermandad de la Redención y la Esperanza iba celebrando los cultos en honor de su Sagrada Titular, María Santísima de la Esperanza, los cuales se celebran en los días previos al 18 de diciembre, Festividad de Nuestra Señora de la Esperanza.
Tras celebrar el Solemne Triduo, la corporación del Martes Santo expuso en devoto besamanos a la Santísima Virgen en dos días distintos. La primera jornada en la que estuvo la Virgen de la Esperanza en besamanos fue el domingo 15 de diciembre por la tarde, habiendo celebrado esa mañana la Solemne Función de los cultos. La segunda jornada fue el 18 de diciembre, precisamente en el día de la Virgen, estando en horario de mañana y tarde.
La Sagrada Imagen se presentaba en su besamanos ataviada como en los cultos, con saya de tisú blanca bordada en oro y manto de terciopelo verde, con toca de sobremanto y corona de salida. Destacaba en el atavío la presencia, entre los distintos broches y joyas, de la Medalla de Oro de la Villa que María Santísima de la Esperanza recibió en la noche del 12 de octubre de 2024, tan solo dos meses antes. Así, la Virgen estaba sobre una peana de madera dorada, a juego con los pedestales que flanqueaban a la misma, sobre los que se colocaron jarras con ramos de flores.
A cada lado del altar se colocaron credencias con doseles de damasco rojo con orlas pictóricas y rematadas con bambalinas pintadas. En las credencias se colocaron los puntos de luz, con candelabros procedentes del paso de palio de la corporación del Martes Santo, jarras de flores y piezas de platería. El exorno floral estuvo compuesto por claveles en tono rosa con algo de verde en las jarras de flores, mientras que a los pies de la Santísima Virgen había un ramo de rosas en color rosa con algo de verde.
Durante los días de cultos se realizó una campaña de recogida de alimentos y productos de aseo, destinados para las personas más necesitadas. Las donaciones recibidas en estos días se encontraban a un lado del altar, junto a la Virgen de la Esperanza, estando accesible a todo aquel que quisiera aportar su granito de arena a esta importante labor.
De esta forma, en la Barriada del Carmen llegaba el final a los cultos de María Santísima de la Esperanza, y con ello, el final de los distintos cultos celebrados en el año 2024, con una Capilla María Santísima de la Esperanza que se encontraba con sus mejores galas. Este, por tanto, ha sido un año que quedará marcado en la memoria de todos los hermanos y devotos de la Hermandad de la Redención y la Esperanza, tras la celebración del XXV Aniversario de la Llegada y Bendición de la Santísima Virgen.



