
La Hermandad de la Piedad comenzaba sus Solemnes Cultos en la tarde del tercer domingo de Cuaresma, que este año ha sido el 23 de marzo. Con el altar efímero ya prácticamente preparado para la ocasión, a eso de las 18:40 horas del citado domingo la corporación de la Madrugá daba comienzo el Vía Crucis del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
Bajo la bella luz de la tarde, la Sagrada Imagen fue portada por los costaleros de la cofradía, partiendo desde la Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor para rezar el ejercicio del Vía Crucis por las calles aledañas al templo. Concretamente, el cortejo recorrió las calles Manuel Roldán «El Campanero», Amargura, Albaicín, Conde de Castellar, Plaza Sacristán Guerrero, Santa María del Alcor y Manuel Roldán «El Campanero», entrando de nuevo en la sede canónica de la Hermandad aproximadamente a las 19:25 horas.
El Señor de la Buena Muerte se encontraba sobre un paño de terciopelo azul marino, color representativo de la Hermandad, siendo acompañado musicalmente por un trío de capilla. Igualmente, cuatro hermanos portaban faroles para acompañar al Señor, ubicados tanto delante como detrás de las andas. Todo ello, junto al ambiente de respeto de los asistentes, aportó mucho recogimiento a este ejercicio penitencial, característico de los cultos externos de la corporación de la Madrugá visueña.
De esta forma, la Hermandad de la Piedad daba comienzo a los Solemnes Cultos que celebra en lo que es la cuarta semana de la Cuaresma, continuando tan solo un par de días después con el Solemne Quinario y, posteriormente, la Solemne Función Principal de Instituto.


