El Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Piedad, al pie de la Santa Cruz en su altar de cultos



La Cuaresma de 2025 continuaba transcurriendo a un ritmo frenético, sin pausa. Llegaba la cuarta semana de este periodo y, con ella, la celebración de los Solemnes Cultos que la Hermandad de la Piedad dedicaba a sus Sagrados Titulares, el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Piedad.

La priostía de la corporación de la Madrugá del Viernes Santo levantaba para la ocasión un altar efímero en el presbiterio de su sede canónica, la Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor. Allí, el aparato de cultos se levantaba, siendo presidido por el Sagrado Misterio de la Hermandad, al pie de la Santa Cruz, también Titular de la corporación, de la que pendía un sudario. Este conjunto se elevaba sobre el altar colocado en una peana dorada con motivos vegetales, estando cobijado además por el dosel de cultos de la corporación.

Tanto el frontal del banco del altar como las gradas estaban realizadas en madera marmórea, de un estilo similar al del retablo mayor del templo parroquial, lo que hacía que visualmente quedase muy integrado este montaje en el presbiterio. La candelería, con cera de color blanco, se distribuía sobre estas gradas de forma piramidal y simétrica, llevando la mirada hacia el Cristo de la Buena Muerte y la Virgen de la Piedad, que lucía manto de terciopelo morado y saya de terciopelo burdeos bordada en oro. Para ello, se utilizaron candelabros de madera dorada junto a otros de orfebrería.

Además de estos puntos de luz, sobre el banco del altar se colocaron dos candelabros de cinco brazos cada uno, colocando además otros dos flanqueando el altar sobre unos pedestales. También sobre el banco del altar se encontraban dos faroles de plata y dos jarras de flores, cuyo exorno estaba compuesto por flores variadas en tonos rojo, violeta y verde. En la parte central se encontraba colocado un manifestador para exponer al Santísimo Sacramento del Altar.

Respecto al resto del montaje, unas colgaduras de damasco se colocaron en las barandas del presbiterio, contando con unos remates en la parte superior de terciopelo rojo sangre, que tenían además unos galones y flecos. Tras estas barandas se colocaron otras jarras de flores, cuyo exorno contaba con el mismo tipo de flores pero siendo ramos de mayor tamaño, flanqueados estos por unos característicos faroles que posee esta Hermandad y que custodiaron al Santísimo Cristo de la Buena Muerte durante su Vía Crucis.

Con este montaje, la Hermandad de la Piedad dedicó un Solemne Quinario y la Solemne Función Principal de Instituto a sus Sagrados Titulares, celebrándose esta en el cuarto domingo de la Cuaresma, también conocido como Domingo de Laetare. Unos cultos que no finalizarían ahí, puesto que en la Semana de Pasión estarían en devoto besamanos el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Nuestra Señora de la Piedad, pero esta vez en su Casa de Hermandad.


Antonio Javier PalmaAutor: | Antonio Javier Palma | Director de Cofradías El Viso. Estudiante de Ingeniería Informática. Miembro de la Escuela Ilusiones Danza. Hermano de la Hermandad Sacramental de los Dolores de El Viso del Alcor y de la Hdad de la Vera-Cruz de Salteras.

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