
El viernes 26 de septiembre, tras casi 24 horas en la Iglesia Conventual del Corpus Christi, la Hermandad Sacramental de los Dolores celebraba la primera jornada del Triduo Misional, dedicada a la juventud con distintos actos como un Vía Crucis de jóvenes previo a la Santa Misa. Este se celebró como culto preparativo para la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores.
Una vez finalizada la Eucaristía, sobre las 21:45 horas aproximadamente, la Santísima Virgen salía del templo mercedario en dirección hacia la Barriada del Carmen, donde llegaría a la Capilla María Santísima de la Esperanza para pasar la noche allí. En esta noche la efusividad al recibir a la Virgen de los Dolores por parte de los vecinos de las distintas calles aumentaría de intensidad.
De esta forma, el itinerario seguido fue el previsto, transitando por Convento, Plaza Sacristán Guerrero, Horno, Rosario, Cervantes, La Laguna, Santa Ana, Corredera, Pozo, Isaac Peral, Hermanos Pinzón, Plaza de Cuba, Rodrigo de Triana, Tocina, Valdés Leal, Murillo, Plaza Julio Romero de Torres, Sorolla, Picasso, Joan Miró, Alcalde Gil López, María Santísima de la Esperanza y Avenida Blas Infante. En este trayecto la Virgen recorrió parte del Barrio de las Anchoas y del Barrio del Depósito del Agua, lugares por donde los vecinos e incluso algunos negocios decoraron las calles y fachadas con distintos altares que daban buena fe de la devoción de los vecinos de la localidad a Nuestra Señora de los Dolores.
Uno de los momentos más esperados de la noche era la llegada de la Santísima Virgen a la Plaza Julio Romero de Torres, desviándose unos metros para pasar al descubrimiento y bendición de un azulejo. En este azulejo se rememoraba la nomenclatura que recibió el Barrio de Manolo Cadenas en el año 1971, siendo conocido el lugar en la época como Barriada de Nuestra Señora de los Dolores. Con motivo del paso de la Sagrada Imagen por este lugar por su Coronación Canónica, este hecho ha quedado reflejado de esta bella forma.
El transitar de la Virgen de los Dolores por el barrio que lleva su nombre destacó por la sucesión de petaladas a su paso, tras haber recibido la primera de la noche por los vecinos de la Casa de Hermandad, en la Calle Horno. Igualmente, no faltaron las ofrendas a la Santísima Virgen en forma de ramos de flores, como también en forma de nuevas piezas para su ajuar como pañuelos.
Cuando Nuestra Señora de los Dolores alcanzó la Barriada del Carmen, el Coro de la Hermandad de la Redención y la Esperanza se situó ante las andas de la Sagrada Imagen para acompañar musicalmente este traslado hasta la llegada a la Capilla María Santísima de la Esperanza. Este fue un magnífico gesto que muestra tanto la buena sintonía entre las cofradías visueñas como que esta Coronación Canónica fue algo para todo el pueblo de El Viso del Alcor.
Con la entrada de la Santísima Virgen por la angosta puerta de la Capilla María Santísima de la Esperanza daba por finalizado este segundo traslado enmarcado dentro del Triduo Misional, pernoctando esta vez la Sagrada Imagen en la Barriada del Carmen. Este templo recibió a Nuestra Señora de los Dolores engalanado para la ocasión, con una destaca colgadura de terciopelo rojo con un lema que pasaría a ser una realidad tan solo dos semanas después: DOLORES CORONADA.



