Desde el pasado jueves, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno viene celebrando los cultos en honor y gloria de su Sagrada Titular Mariana, la Santísima Virgen del Mayor Dolor y Traspaso. Desde hace ya más de una quincena, el presbiterio del convento se ha engalanado con un sencillo y elegante altar efímero montado para la ocasión.
A diferencia de años anteriores, el montaje destaca por su horizontalidad y por su sencillez. En la posición central, sobre lo que fuera el frontal de de la canastilla del antiguo paso de Nuestro Padre Jesús Nazareno, se encuentra la Bendita Madre del Señor de El Viso acompañada de San Juan Evangelista, una estampa poco habitual en los altares de triduo de la corporación nazarena. Además, la ausencia de dosel hace visible la imagen del Nazareno, por lo que se contemplan en el conjunto a los Sagrados Titulares de la Hermandad. Todo ello queda completado por múltiples puntos de luz de cera blanca y faroles que lo iluminan y un exorno floral formado por nardos, azucenas, alhelíes y rosas blancas.