
Cuando se acerca el final de la Cuaresma, la Hermandad Sacramental de los Dolores cierra la temporada de cultos cuaresmales de nuestra localidad con su anual Septenario en honor a la Santísima Virgen de los Dolores, que vuelve a celebrarse un año más en la Iglesia Parroquial de Santa María del Alcor.
El altar continúa el plan de años anteriores, con una candelería piramidal y simétrica de cera blanca, que este año incorpora velas rizadas, un elemento característico y diferenciador que embellece este singular altar de cultos, en el que se vuelve a representar, un año más, a la Virgen María al pie de la Cruz, adornada con un sencillo sudario rematado por encajes en sus extremos.
Como todos los años, el altar está encabezado por su característico dosel con la inscripción latina «Stabat Mater Dolorosa». A los pies del altar, a modo de manifestador, destaca en el centro el templete donde el Santo Lignum Crucis procesionaba en el Corpus antes de ser sustituido por la Inmaculada Concepción, que ha sido usado durante estos cultos para la Exposición del Santísimo.
Como detalle, a ambos lados del altar, a la altura de la media luna que hay a los pies de la Virgen de los Dolores, se han colocado dos pequeños cuadros con la imagen de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, de forma que parezcan parte del retablo mayor del templo parroquial. Varias jarras de flores blancas y de talco conforman el exorno floral.