
Desde el pasado viernes 9 de julio, la Hermandad de Nuestra Señora del Carmen celebra un año más sus Solemnes Cultos en honor de su venerada titular, siendo estos los segundos cultos que se celebran desde el comienzo de la pandemia. Por ello, la procesión y el besamanos han sido sustituidos por una veneración que, el día de su onomástica, comenzó a las 12:00 horas con el rezo del Ángelus y del Rosario y que duró hasta las 14:00 horas.
Durante esta semana, en el presbiterio de la iglesia parroquial de Santa María del Alcor se ha montado un altar que continúa el estilo de años anteriores, con numerosos candelabros, uno de ellos pintado con la frase «VIDA Y ESPERANZA», que recuerda la vinculación que tiene la corporación carmelita con los Donantes de Órganos.
Además, varias jarras con azucenas, claveles, crisantemos y nardos en tonos blancos embellecen el conjunto. El recién restaurado retablo mayor, que ha recuperado el esplendor perdido por el paso del tiempo, sirve como telón de fondo.