Un año más por Cuaresma, la Hermandad del Rosario celebra desde el pasado jueves hasta el primer domingo de Cuaresma, sus anuales cultos en honor a su Sagrado Titular, el Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, con un altar de cultos como ya viene acostumbrando la priostía de la corporación del Jueves Santo, donde lo que destaca es el clasicismo y el gran número de puntos de luz que arropan al imponente crucificado del trianero Pedro Navía Campos.
En este año 2016, como en años anteriores el Señor se presenta en el arco de su altar sin casquillos, casquillos que se volverán a colocar en su Besapié, se destaca el cambio de la disposición de los 40 puntos de luz de color verde, que iluminan al Señor de la Vera-Cruz haciendo una forma piramidal con jarras de flores entre los mismos, el cual la priostía ha apostado y por primera vez en el seno de la Hermandad utilizar la técnica piramidal, siguiendo la línea de la colocación de las velas. Mientras por otro lado en las gradas, también destaca la presencia de la reliquia del Santo Lignum Crucis que completa el portentoso altar de cultos.