Poco a poco, con el avance de las jornadas, y pasado el ecuador de las cofradías, llegaba el turno de la última jornada, que empezaba a las 0:05 horas con la primera de las tres cofradías de dicha jornada, con la Hermandad de la Piedad.
En esta cofradía se presentaba la, sin duda, mayor novedad de la Semana Santa, con la nueva imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, realizada por Darío Fernández Parra. De esta forma, el misterio de la Hermandad de la Piedad ofrecía una visión renovada tras retirar al culto la antigua imagen de Antonio J. Dubé de Luque, algo que favoreció a la presencia de más público a lo largo del recorrido debido a la expectación creada por esta nueva imagen tanto dentro como fuera de nuestra localidad.
Debido al viento, la cofradía decidió no subir al Mirador del Calvario, ante el riesgo que suponía. Así, en un ambiente de sobriedad y solemnidad característicos de esta cofradía, el cortejo fue recorriendo las calles con un ritmo constante y cumpliendo con el horario estipulado, destacando su paso por calles como Albaicín a la salida, Rosario o Real.
Sobre las 3:15 horas, el paso de misterio de la corporación efectuaba su entrada, concluyendo con una estación de penitencia en la que se mostró una vez más el buen hacer de la cofradía, destacando la compostura del cuerpo de nazarenos. Una estación de penitencia que pasará a la historia de nuestra localidad por ser la primera de la nueva imagen del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.