
La pasada semana la Hermandad de la Sagrada Entrada celebró sus cultos anuales, por primera vez dedicados de forma conjunta a sus titulares Nuestro Padre Jesús de la Salud en su Entrada Triunfal en Jerusalén y María Santísima de la Paz, siendo de forma provisional y a modo de prueba tras una dispensa por parte del Arzobispado de Sevilla. La decisión de unificación ha introducido una nueva fisonomía en el estilo del altar de cultos de la corporación, la cual se mantendrá o no en función de la decisión que se tome el próximo año.
En el altar se ha situado en el centro, presidiéndolo, al Señor de la Salud, y a ambos lados se sitúan a menor altura la Virgen de la Paz y San Juan Evangelista. Se ha mantenido de fondo el retablo mayor de la iglesia parroquial, utilizando el dosel rojo tradicional de los cultos de la Virgen de la Paz para albergar al Señor. Decoran el conjunto numerosos candelabros que aportan luz y cuatro jarras exornadas con rosas, flores que también se utilizan en el centro ubicado bajo el manifestador, estrenado en estos cultos con pinturas de José Antonio León Redondo que se ha utilizado para la Exposición del Santísimo cada día de Triduo, y en el friso situado a los pies del Señor. Flanquean el altar dos insignias, concretamente la bandera de Santiago y el estandarte corporativo.