
La pasada semana de Cuaresma, la Hermandad del Cautivo celebró en la Iglesia Parroquial su Solemne Triduo anual, dedicado a sus dos titulares, Nuestro Padre Jesús Cautivo y María Santísima de la Amargura en su Inmaculada Concepción.
Con motivo de dichos cultos, la nueva priostía engalanó el presbiterio del templo un año más, y se ha querido recuperar la antigua distribución del altar de cultos, en lugar de mantener la escogida entre los años 2016 y 2019. A diferencia de esta última, con los dos titulares a la misma altura, este año el Cautivo se presenta detrás y a una altura mayor que la Virgen de la Amargura, encontrándose ambas imágenes en el centro bajo el mismo dosel.
Exornado con jarras de claveles rojos y statices morados e iluminado con una candelería simétrica y algo abundante de cera blanca, un fondo rojo que no oculta el retablo mayor contrasta con el blanco de la túnica del Señor Cautivo. Dos arcángeles con incensarios, los mismos del paso del Señor, la Cruz Parroquial y el estandarte corporativo, todo ello ubicado en los laterales, completan el conjunto.