
El pasado domingo 16 de Enero una solemnísima y especialmente hermosa Función Principal de Instituto ponía el punto y final a los Solemnes Cultos celebrados en honor de la Bendita y Venerada Imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno, felizmente recuperados en este mes de Enero tal y como se hacía en tiempos pasados y que han sido el perfecto prólogo para los actos conmemorativos de la Entrega de la Llave de Oro de la Villa.
Y precisamente a tiempos pasados nos rememoraba el bellísimo altar preparado para la ocasión en el que la imagen del Nazareno de Andrés Cansino ocupaba el lugar central entronizado sobre peana y enmarcado con dosel burdeos mientras que su Madre Bendita del Mayor Dolor y Traspaso, ataviada de forma regia y el Discípulo Amado San Juan Evangelista lo acompañaban a ambos lados.
Una gran profusión de cirios iluminaban con majestuosidad el soberbio conjunto que se recortaba sobre el bellísimo retablo mayor de Juan Cano y se exornaba con flores de talco, bouquets con una variedad floral en tonalidad blanca y cuatro jarras salpicadas de tonos rojos y morados.
En el centro del conjunto se sitúa un vistoso Manifestador para la Exposición de su Divina Majestad.