En estos días, la Hermandad de la Piedad se encuentra celebrando su Solemne Quinario, en el que destaca que Nuestra Señora de la Piedad se encuentra sin el Santísimo Cristo de la Buena Muerte en brazos, ya que la anterior talla de Antonio J. Dubé de Luque fue retirada del culto y este próximo domingo 11 de marzo será bendecida la nueva talla, obra de Darío Fernández.
Para la ocasión, han montado un altar sencillo a la par que elegante, dejando ver una estampa única de la Virgen, pues, además de aparecer sola como en los primeros años de la corporación, aparece ataviada con el terno de la Virgen de los Dolores de la Real Orden Servita de la vecina localidad de Carmona. De esta manera espera la Virgen de la Piedad la llegada de su Hijo, que tras cuatro años al fin llegará a nuestro pueblo.
A ambos lados de la Virgen se encuentran los puntos de luz, alternando candelabros de plata y de madera dorada, con faroles sobre pedestales dorados. El frontal de este altar es uno de los faldones del paso de misterio de la corporación, y sobre este altar se situan las credenciales, cuatro ramos de flores y el crucifijo de la corporación acompañado de velas y faroles. Flanqueando el altar se encuentran el estandarte de la corporación y la bandera de la Cruz de Jerusalén, cubriendo el altar tres colgaduras en tonos rojos.
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