Como es tradición en nuestro pueblo, el último domingo de octubre tuvo lugar el besamanos de la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, titular de la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
Tras el Solemne Triduo y la Solemne Función a lo largo de la semana en su sede canónica, la Iglesia Conventual del Corpus Christi, la corporación mercedaria aprovechó el altar montado para estos cultos, manteniéndolo íntegramente para el besamanos. La Virgen fue dispuesta sobre la peana que adquirió la Hermandad el año pasado como parte de un manifestador de grandes dimensiones, una peana que fue adornada con pétalos de rosa blancos y en cuyos extremos se ubicaban dos ángeles sosteniendo un corazón y una rosa, ambos de orfebrería.
Con la candelería al completo encendida, y con dos faroles del antiguo paso del Señor flanqueando a la Sagrada Imagen, el templo mercedario se mostraba con esta tenue luz, siendo resaltada la Virgen con un foco, en un ambiente que invitaba a la oración. Al finalizar el besamanos, la Virgen fue trasladada a la Capilla de la Hermandad que se encuentra en el interior del Convento, donde fue ubicada a los pies de su retablo, en el cual se ha visto una imagen para la historia en estos días.