
Al principio del mes de septiembre en nuestra localidad comienzan los cultos en honor de Santa María del Alcor, titular de la Hermandad de Santa María del Alcor y Patrona de El Viso del Alcor.
Este año, debido a las restricciones de aforo, la Hermandad tuvo a bien, con el consentimiento de la Parroquia, montar el altar de cultos en el coro bajo del templo parroquial para poder aumentar el aforo del templo, limitado por las medidas sanitarias del coronavirus, y para que el flujo de personas fuese más ordenado.
Como ya comentamos en el anterior artículo en el que hablábamos del altar montado para la veneración previa de estos cultos, la entrada al templo se hacía desde la conocida como «Puerta de los Muertos», saliendo del mismo por la puerta principal. En el coro bajo se encontraba el dosel que estrenó la Hermandad en 2016, a cuyos lados se añadieron credencias con platería y jarras de flores. Además, a lo largo de la balaustrada del coro bajo se añadieron flores, las mismas que en las jarras, lo que aportaba un color y una belleza extra.
Para la novena, Santa María del Alcor pasó de la peana marmoleada a la peana de madera dorada con pan de oro que adquirió la corporación hace un par de años. Para los primeros días de novena, la Santísima Virgen portó el manto dorado que donó Antonio Becerra, mientras que para la segunda mitad de la novena portó el manto blanco bordado en sedas. Además, la Virgen y el Niño portaban las coronas de salida antiguas, embellecidas con distintas joyas.
La parte superior del altar, con las telas, las credencias con las reliquias acompañadas de flores de talco y el remate de la corona del templete del paso procesional, se mantuvo intacta respecto a los primeros días de cultos.